Nos mofamos en cada momento de la libertad, así como de sus sinónimos y de los actos que esto conlleva. Volamos surcando mares, buscando cual barco pirata islas fantasiosas, místicas y extravagantes con la finalidad de enriquecernos materialmente. Pero ser libres precisa antes que nada enriquecernos moralmente. La felicidad, como toda utopía, tiene sus momentos de pleno auge y momentos en los que sentimos que el peso cósmico del mundo recae sobre nosotros hundiéndonos en un lodo de dudas y frustraciones. Ser feliz forma parte de ser libre, y tendría que ser una obligación existencial.
¿Somos realmente libres?¿Creemos en la libertad?¿Luchamos por ella? Nos planteamos tantas preguntas, que las dudas nos hacen esclavos de un señor que carece de compasión por nosotros, ya que por mucho que preguntes jamás hallaras respuesta. Es entonces cuando comenzamos a refugiarnos en la indiferencia, en el conformismo, y es cuando cada vez más nos vamos "adaptando" a esta sociedad perteneciente al Estado de
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Muchas veces la libertad esta de nuestra parte, nos dona derechos, justicia y felicidad, pero es el hombre el que mancha su dignidad convirtiéndola en un "bisnes", y es ese el peor de los pecados mundiales, traficar con la libertad. El hombre a lo largo de la historia solo ha tratado de lucrarse económicamente en nombre de esta dama. Crean armas, explotan niños, forman guerras y lo peor de todo es que intentan vendernos el cuento a nosotros, los jóvenes que le rendimos culto, los que luchamos por la verdad, los mismos que boicotean a aquellos que atentan contra la libertad de la propia libertad.
La falsa Libertad que hoy nos ofrece el sistema, es un error tildado de sarcasmo. Además tenemos la poca decencia de enorgullecernos al ser libres en un Estado “democrático”, un gobierno que cada día es menos creíble en sus debates, donde sus parrafadas están poco elaboradas y sus argumentos son menos validos que la peseta. Un sistema que acentúa la palabra Libertad con énfasis, es el mismo sistema donde tener unos valores y unos ideales son delito y robar al pueblo es síntoma de cordura. La libertad no tiene que estar encadenada al poster del Cabildo o el gobierno autónomo, la libertad tiene que vagar como un espectro en nuestras calles, en nuestros colegios y sobretodo en nuestras casas. No se puede forzar a la libertad para liberarla.
Volviendo a la temática de las diferentes libertades, una libertad que no es ni más, ni menos importante, sino que es imprescindible;
El miedo a la libertad.Un buen libro relacionaod con el tema que planteas,de E.Fromm.
ResponderEliminartendré que pillarmelo, gracias por la info!
ResponderEliminarEs lo que tiene vivir en sociedad, sin quererlo, la mayoria acepta unas pautas, unas reglas éticas y morales, unas decisiones, y la libertad está condicionada por el concenso general de estas normas impuestas por la sociedad, y nosotros, como ciudadanos, tenemos la libertad de decidir de acuerdo con las leyes, nadie dijo que tuvieramos libertad para hacer lo que nos diera la gana. Es triste, pero es asi. Como dijo Sartre: "El hombre esta condenado a ser libre".
ResponderEliminarAun asi, apoyo tu punto de vista y lo comparto. El problema en sí es el concepto de libertad.